Pregunta:
En el caso de mi especialidad que, soy profesora de Educación Física, he observado que a través del deporte nosotros tenemos ciertos dominios sobre los estudiantes y tenemos como más acercamiento porque el aula abierta nos permite compartir experiencias y hablar, dialogar. ¿Usted cree que se puede formar a un docente amoroso?
Respuesta:
Yo creo que es indispensable, aunque no es solamente formarle sino contribuir a crear actitudes favorables para el desarrollo de competencias prosociales, porque cuando hablamos de un docente amoroso sí nos limitamos al amor como emoción como docente “yo quiero mucho a un estudiante” y, me quedo ahí, sin sentimientos amorosos, pues está bien. Pero, creo que hay que dar un paso más para que pase de la emoción al compromiso, al comportamiento. Una forma de dar este paso al comportamiento prosocial que significa compromiso para hacer, aunque sean, pequeñas acciones, pequeños gestos que contribuyan al bienestar de los demás. Porque, el amor, hay muchas definiciones de amor. El amor es la emoción más compleja que existe, porque es una sola palabra para referirnos a distintas formas de amor. De hecho, un comportamiento amoroso -supongo que no entendemos un profesor o una profesora que se enamoran continuamente, que se enamora de la persona que está hablando, de sus alumnos, sino que estamos hablando de un amor más amplio. Es importante distinguir entre amor erótico, amor fraternal, amor maternal, amor social.
El docente amoroso en Educación Física: Formación a través del deporte y la conexión humana