Pregunta:
El nombre de mi proyecto es “afectividad del ser docente de Educación Física en su hacer pedagógico”. Esta investigación surge a raíz de ver las formas de tratar de algunos docentes que son muy agresivos verbalmente, otros son muy agresivos en su actuar, en su hacer con los estudiantes. Y, esas observaciones fueron las que me llevaron a trabajar sobre ese hacer. Investigar las emociones y la afectividad, allí es donde yo quiero llegar. Como usted lo refleja en su libro, las competencias que debería tener el docente, ese docente amoroso, ese docente que tiene que ser afectivo. Como usted lo acaba de decir, para que le llegue más al estudiante. Esa afectividad se supone hace que el estudiante tenga más ganas de entrar a clase, y su aprendizaje sea más agradable.
Respuesta:
Yo pienso que la educación física es una materia muy apropiada para el desarrollo de competencias emocionales, por múltiples razones. Voy a comentar algo al respecto. Primero, podríamos distinguir entre agresividad que es por naturaleza del ser humano. Las personas somos agresivas, pero debemos canalizar nuestra agresividad para que la imitabilidad y agresividad humana no se llene de violencia. Y, el deporte es un gran medio para canalizar la agresividad. El deporte que no derive de violencia. Puede haber deportes que tengan cargas de agresividad, de violencia pública incluso. Pero para mí, es muy importante que deba haber una educación deportiva que sea una forma de canalización simbólica de esta agresividad. Sobre esto hay experiencias interesantísimas en algunos países latinoamericanos donde las tribus urbanas como por ejemplos en el deporte. A veces, aquí en Barcelona, han tenido enfrentamientos que les ha costado la vida a adolescentes. Da pena que se haya llegado a esto. Profesores y profesoras que están trabajando en centros educativos y tienen en sus aulas estudiantes que forman parte de estas bandas. La situación es a veces tan absurda y tan difícil como querer abarcar territorios, querer un parque, por ejemplo, o querer montar una guerra de tribus, solamente por el hecho que son de otras tribus, por el hecho de querer hacer un enfrentamiento. Y hay experiencias donde se hacen enfrentamientos solo por ganar un territorio. A través de simposios de futbol, a través del futbol o cualquier deporte, uno puede canalizar mucha energía, puede canalizar toda su agresividad. Al final de un partido de futbol, uno puede tener una descarga de esta agresividad, como sí hubiera vivido una experiencia de un enfrentamiento físico, de una guerra, prácticamente, pero sin los riesgos que estos conllevan. Además, el deporte supone un esfuerzo físico, un esfuerzo físico que curiosamente activa neurotransmisores, activa serotonina y produce en la acción, en la actividad física, una percepción de bienestar que viene a potenciar la actividad física. Es además, una fuente de salud tanto física como mental. Pero, se necesita mucho más que ejercicios físicos, que implica no estar tanto tiempo sentados en la clase ordinaria, copiando altos contenidos que, a veces, no son de su interés. La biogénesis de lo que ha sido la emoción humana. Pasan una cantidad de horas sentados, muy superior a lo que es su biología, su capacidad biológica, sí a esto añadimos que en casi todas las aulas hay niños que pueden ser hiperactivos, y no vamos a entrar en el tema de trastornos de hiperactividad. Simplemente, deben hacer entrenamiento deportivo, deben practicar deporte, y crear esta labor en equipo. Un equipo puede funcionar así como una orquesta, una orquesta donde hay que coordinarse, el que gana no es un trabajo individual, sino que es el equipo. Hay que ceder, hay que coordinarse y hay que estar siempre juntos. Y, sí están jugando, ganan, sienten una satisfacción y es algo extraordinario. Sí están ganando un campeonato, no es solamente los competidores, sino también los espectadores. Entonces, hay que entrenarse no solo para ganar sino también para saber perder, porque en cualquier competición deportiva suelen competir normalmente más de dos contrincantes. Sabiendo que, uno va a ganar ha de saber perder para que no sea superior la frustración. Ahí es donde hay una gran oportunidad y ocasión para entrenar la tolerancia en la frustración.
La afectividad en la docencia de Educación Física: Impacto en el hacer pedagógico